jueves, 20 de octubre de 2016

Sacar partido a las pulsaciones



No todos los ciclistas pueden disponer de un medidor de potencia a la hora de cuantificar sus entrenamientos. Con un pulsómetro se puede afinar mucho la preparación y en particular durante el periodo de base.

Pero cuando llega el momento de aplicar los entrenamientos de calidad (fuerza, resistencia específica y velocidad), la frecuencia cardíaca debido al retraso que lleva respecto a la potencia o el comportamiento que tiene ante distintas situaciones (enfermedad, cansancio, deshidratación, situación de los depósitos de glucógeno, etc., etc.) es más difícil ajustar en determinados entrenamientos.

Al igual que en determinadas situaciones actúas con demasiada “alegría” y derrochas vatios sin conocimiento, y la frecuencia cardíaca no lo refleja.

Por ejemplo, se critica a Froome porque dicen que controla excesivamente los datos que arroja su medidor de potencia en todo momento. Algo que desde mi punto de vista no es más un tic y no tanto un férreo control a su potenciómetro.

Salvo en momentos que le llueven ataques por doquier y él sabe que no debe entrar al trapo porque va a derrochar unos vatios que los va a necesitar algún kilómetro más adelante. Una vez que llevas un potenciómetro, eres consciente de cómo se comporta respecto a la frecuencia cardíaca.

Si entrenas en base a la frecuencia cardíaca, aquí tienes unos consejos que harán que puedas sacarle más partido a tu entrenamiento ya que son situaciones en las que se gastan muchos vatios sin saberlo.

– A la hora de realizar los intervalos o repeticiones intensivas, al igual que cuando debes utilizar más desarrollo, es preferible hacerlo de forma más progresiva (salvo que sean arrancadas o sprint). Cuando la aceleración es mucho más repentina o utilices más desarrollo de golpe, la potencia se dispara a unos números que alucinarías si los vieses. Gastas vatios.

– La cadencia es otro factor muy importante. Sin que apliques una cadencia excesiva, en muchos momentos es mejor dar los mismos vatios con al más de cadencia. Meter más desarrollo para controlar las pulsaciones o sentirte más cómodo no siempre se traduce en más potencia y estás fatigándote muscularmente.

– No te obceques en alcanzar las pulsaciones crucero del entrenamiento, desde el primer momento. Hasta que el organismo no hace la fase de calentamiento y se activa totalmente, las pulsaciones van con mucho retraso con respecto a la potencia. Es el desacople negativo de la frecuencia cardíaca con respecto a los vatios (en la Web encontrarás un artículo con este tema).

– No te preocupes si al inicio de un intervalo de fuerza resistencia, no alcanzas la frecuencia cardíaca establecida del 80%-85%. Si la pendiente es adecuada y la cadencia también, no te preocupes. En cada intervalo subirán las pulsaciones con más facilidad.

– Una de las consecuencias de haber entrenado intensivamente o competido, es que al día siguiente las pulsaciones van a subir con mayor dificultad debido a que el organismo está en proceso de recuperación (predominante el sistema parasimpático). Por ello, si no dispones de potenciómetro, las salidas de recuperación activa realízalas a una frecuencia cardíaca más baja de lo que sueles hacer las recuperaciones tras un intervalo intensivo. De lo contrario, estarás “recuperando” en zona de resistencia aeróbica.

– Como la frecuencia cardíaca lleva retraso ( a mayor adaptación cardiovascular más retraso), los intervalos por encima del umbral anaeróbico, intenta que sean de menor duración ya que hasta que alcances las pulsaciones marcada vas a estar moviendo mucha potencia. Es preferible más repeticiones pero con menor duración.

Fuente: http://www.planificatuspedaladas.com/puedes-sacar-mucho-mas-partido-a-las-pulsaciones/

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